domingo, 14 de abril de 2013

LA EDUCACIÓN DURANTE LA II REPÚBLICA (1931- 1936)

La II República comienza en 1931-1936, posterior a la Dictadura de Primo de Rivera, la cual despierta la conciencia social para cambiar el gobierno existente. Esto se pone de manifiesto por primera vez el 12 de Abril de 1931, cuando se lleva a cabo un referéndum acerca del sistema de España, preguntando a los ciudadanos qué preferían, si la República o la Monarquía. Después de realizarse manifestaciones en pro de la República, finalmente ganaron los republicanos y la II República se instauró el 14 de Abril de 1931.



La Constitución de 1931 fue aprobada en Diciembre de ese mismo año y sus tres grandes temas serían:

Religión

Autonomía

Propiedad

En ella, se definía a España como “una república democrática de trabajadores de todas las clases”, en definitiva, la República tendría en cuenta a todos los ciudadanos. En relación la autonomía, la República se constituye en un estado integral compatible con la autonomía de municipios y regiones. En cuanto al tema de la religión hubo un gran conflicto, puesto que algunos grupos políticos defendían su prohibición y otros su permanencia y funciones de las órdenes religiosas existentes. Sin embargo, la Constitución habla de la inexistencia de una religión oficial. Los sistemas políticos se sirven de los sistemas nacionales de educación para transmitir sus ideas, ya que no hay ningún sistema neutral.

Fue el siglo de oro de la pedagogía y la educación porque apostaron por la educación, aunque supuso un periodo de luces y sombras.

Las fuentes ideológicas o influencias con las que se nutre la II Republica son:

Liberalismo español de los valores de la Constitución de 1812.

Socialismo histórico: valores socialistas

Institución Libre de Enseñanza (ILE) nacida en 1876. De aquí se extraerá el fundamento pedagógico.

PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA II REPÚBLICA

Los primeros decretos o principios aprobados en la II Republica fueron:

Bilingüismo: se defiende o reivindica desde Cataluña. Se expresará en un Decreto de 1931 en el que se reconoce la existencia de distintas lenguas. El Decreto dice, que en el caso catalán, la enseñanza se practicará en lengua materna hasta los 8 años en la escuela, bien castellano o bien catalán.

Reorganización del Consejo de Instrucción Pública, cuyo presidente fue Miguel de Unamuno (rector).

La enseñanza religiosa: este tema se plasmará publicando un decreto sobre congregaciones y confesiones religiosas. Éste, regula y suprime la obligatoriedad de la enseñanza de la religión, basándose en la libertad religiosa, libertad a la conciencia del niño y del maestro.

Creación de las Misiones Pedagógicas. Supondría una continuación de la idea de la ILE llamada “la extensión universitaria” y el objetivo era extender la cultura general o modernización docente, la educación en aldeas, villas y lugares que lo necesiten, fundamentalmente en población rural y la educación ciudadana.

La atención a la escuela primaria, ya que se pensaba que era la piedra angular de la educación. Se propusieron la construcción de 27.000 escuelas (el reto más importante) para escolarizar al millón de niños que no asistían a la escuela ya que en aquel momento no había. La creación se haría a través de un “Plan quinquenal”:

1ª año: 7.000 escuelas
2º año: 5.000 escuelas
3ª año: 5.000 escuelas
4º año. 5.000 escuelas
5º año. 5.000 escuelas

El problema fue que necesitaban financiación, cerca de 400 millones de pesetas a través de la deuda pública. Hay que darse cuenta de que en este momento hay una recensión económica (el crack del 29). Al final, no se construyeron las escuelas que se pensaban.

Se intenta dotar de una ley educativa acorde con el pensamiento de la II Republica, y Lorenzo Luzuriaga fue quien elaboró el documento con los siguientes principios básicos:

La educación pública deber ser una función esencial del Estado. No obstante, puede delegar en la región, en el municipio… siempre que estas entidades justifiquen solvencia económica y cultural. Se acepta la existencia de la enseñanza privada siempre que no persiga fines políticos o partidistas

La educación pública debe ser laica. La escuela debe dar información sólo sobre la historia de las religiones como otra materia más, con especial referencia a la religión católica. Si los padres lo solicitasen, el Estado debería poner los medios oportunos para suministrar esta enseñanza religiosa, pero siempre fuera de la escuela.

La enseñanza deber ser gratuita, especialmente en la primaria. Para la Universidad se reservará un 25% de matricula gratuita.

La educación debe tener un carácter activo y creador, también permanente, dando cursos de perfeccionamiento al profesorado.

La educación pública debe tener un carácter social, la escuela debe integrarse en la sociedad y por tanto, deberá de haber una mayor conexión entre los padres y la comunidad educativa.

Defienden la coeducación, es decir, la no separación de sexos o lo que es lo mismo, la educación mixta, donde los niños y niñas deben de formarse juntos conforme a un mismo programa, y esta idea sería aplicable a todos los grados de enseñanza.

La educación pública constituye un todo unitario, integrado por 3 niveles con comunicación entre ellos:

Primaria. Tendría 2 modalidades: voluntaria (4-6 años) y Básica (6-12 años)

Secundaria. Consistiría en 2 ciclos: prolongación de primaria (12-15 años) y preparación para cursos universitarios (15-18 años)

Superior o tramo universitario
El profesorado. Se necesita que el docente esté convencido del programa pedagógico para que éste no fracase, necesitándose por lo tanto, una concienciación y preparación adecuadas por parte de los maestros.

sábado, 13 de abril de 2013

La palabra necesaria

Este hombre de valor, de valía, de valentía dice lo que ni siquiera tal vez nos atrevemos a pensar
ESPECIAL Muere José Luis Sampedro


ÁNGEL GABILONDO 9 ABR 2013 - 21:10 CET2

Es difícil olvidar aquella conversación radiofónica de primeros de noviembre de 2005 en la que José Luis Sampedro dialoga sobre la muerte con un rector de una universidad madrileña. En ella subraya cómo nos vamos muriendo, cómo nos vamos viviendo, y su preferencia de la mortalidad sobre la insoportable inmortalidad. La voluntad de hacer de cada instante algo irrepetible viene a ser una verdadera pasión por la vida. En última instancia, lo más decisivo no es tanto que le oímos hablar sobre la muerte, cuanto su modo de hacerlo como un mortal. Vivamente, con esa libertad de saber que lo determinante no es el hecho de morir, sino cómo hacerlo. Y resulta extraordinario hasta qué punto todo su decir, que es más que el conjunto de todo lo que ha dicho y dice, está tejido por esta forma de hablar y de vivir propias de un mortal.
José Luis Sampedro es alguien pleno de palabras, que siempre suenan con el sabor de ser otras. No simplemente nuevas. Y ello obedece a que ha comprendido que, en cierta medida, el lenguaje más propio nos viene de los otros. Y es cuestión de hablar no solo de ellos, sino desde ellos. Y, más aún, de crear condiciones de posibilidad para su propia palabra.
De esta manera, su solidario decir no es simplemente una forma de acompañamiento, antes bien un modo de escucha y de respuesta. Y muy singularmente desde la equidad y desde la mirada, con los más necesitados, los más débiles, los más desfavorecidos o, como él señala, los más pequeños. Esa es su orilla y en ella se ha embarcado para siempre.
Este hombre de valor, de valía, de valentía dice lo que ni siquiera tal vez nos atrevemos a pensar, atrapados en el temor que supone habitar lo convencional. Cuando el hogar son los demás, la humanidad de los otros, cuando el propio decir se sustenta en ellos, va por ellos, la ética ya no es otra palabra que la que se dice con la forma de vivir. Y la de Sampedro atractivamente interpela nuestra indiferencia y nuestra pasividad.
Para quien siempre supo que la economía era una ciencia social y humana, y que, por tanto, solo cabe comprenderse como un modo de gobierno de la casa, de gobierno de la nave, de gobierno de sí mismo y de los otros, pronto la palabra vino a ser escritura, la de una literatura como forma de transformación, la de una lectura que nos hace ser diferentes.
La calle, la gente, y tantas diversas y genéricas denominaciones encuentran en su palabra y en su corazón la frescura y la higiene de la búsqueda de mejores condiciones de vida, de equidad y de justicia. Nunca su palabra suena más apropiada para cada cual que cuando es propiamente la más suya. Y la precisamos, como modificación del actual estado de cosas. La sencillez y la bondad se ofrecen en él con la contundencia de quien ve y dice con su vida que no le parece bien, de quien muestra con su verdadera palabra que hay formas evidentes, aunque aparentemente disueltas en múltiples complejidades y estructuras, en las que unos son sometidos al servicio de otros. Este apasionado mortal y generoso ser viviente ha sabido estar con nosotros y no podemos ignorar hasta qué punto le seguimos necesitando.


Ángel Gabilondo es catedrático de Metafísica de la Universidad Autónoma de Madrid

viernes, 12 de abril de 2013

MUERE JOSE LUIS SAMPEDRO........

José Luis Sampedro Sáez (Barcelona, 1 de febrero de 1917 – Madrid, 8 de abril de 2013) fue un escritor, humanista y economista español que abogó por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España por «su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo». En 2011 se le concedió el Premio Nacional de las Letras Españolas.


Sampedro se unió al 15M antes del 15 de Mayo de 2011. Un día antes, escribía una carta a uno de los grupos que convocaron la manifestación que comenzó el movimiento, Democracia Real Ya.

"Por eso me adhiero a vuestras reivindicaciones, hago mío el manifiesto, me solidarizo y deseo un clamoroso 15-M. Pero sobre todo, os animo a avanzar en la lucha hacia una vida más humana. Los medios oficiales no se van a volcar con vosotros y encontraréis muchos obstáculos en el camino, pero está en juego vuestro futuro. El 15 de mayo ha de ser algo más que un oasis en el desierto; ha de ser el inicio de una ardua lucha hasta lograr que, efectivamente, ni seamos ni nos tomen por “mercancía en manos de políticos y banqueros”. Digamos NO a la tiranía financiera y sus consecuencias devastadoras"


miércoles, 10 de abril de 2013

sábado, 6 de abril de 2013

miércoles, 3 de abril de 2013

Algunas cosas que quisiera que nunca olvidaran los maestros de mis hijos


Rocío Mayoral 11/03/2013 (06:00)

Manuel ha sido maestro toda la vida. Uno de los buenos; querido por los alumnos y respetado por los padres. Hace poco comentó: “Cuando era maestro me hubiese gustado saber muchas de las cosas que se saben hoy. Seguramente hubiese educado de forma distinta”. Yo no estoy segura. Sin saberlo, hizo mucho de lo que hoy la ciencia ha mostrado como determinante en la educación de un niño. 

Pero en algo tiene razón. La investigación reciente nos está ofreciendo un conocimiento fascinante acerca de cómo aprende el cerebro. Ese saber está transformando la forma de entender la educación. Pero ¿ha cambiado de igual manera la forma de enseñar o seguimos haciéndolo como hace 50 años? Considérenlo ustedes. Desde aquí exponemos tan sólo algunos de esos hallazgos. Hoy ningún padre ni maestro debiera dejar de conocerlos.
Conocimientos que han transformado la forma de entender la educación
1. El cerebro humano goza de extraordinaria plasticidad. Su estructura y funcionalidad puede cambiar a lo largo de la vida.
Este descubrimiento ha sido confirmado experimentalmente hace menos de 10 años. Es un hallazgo revolucionario ya que confirma que las capacidades humanas no están predeterminadas y se pueden mejorar a través de la experimentación y la práctica regular.
Y es que hemos conocido que a través de las vivencias y el ejercicio de las funciones cognitivas, podemos reconfigurar nuestra red neuronal. Según esto cualquier alumno puede mejorar, si se trabaja con él de forma adecuada; incluso aquellos con dificultades de aprendizaje. Así lo han demostrado numerosos estudios, como los realizados por Temple con disléxicos y muchos otros realizados con hiperactivos. Todos confirmaron que tras un tiempo de entrenamiento es posible compensar dificultades, dentro de un margen, e incrementar la actividad cerebral de las áreas afectadas. Una buena noticia.
Esto hace de la buena educación algo esencial para la vida. Hoy sabemos que un aprendizaje activo puede cambiar la funcionalidad del cerebro, desarrollar mejores capacidades y ayudar a compensar déficits. Hallazgos tan relevantes debieran hacernos desterrar definitivamente la educación academicista y apostar con fuerza por una escuela centrada en la actividad, la práctica y el trabajo real de competencias. En los últimos tiempos empezamos a dar pasos en esa dirección… pero aún falta mucho por hacer. 
2. Las emociones son un aspecto clave en el aprendizaje.
Para A. Damasio, un referente en el campo de las neurociencias, no hay duda: “los procesos emocionales y cognitivos son inseparables”. Y es que recientemente se ha demostrado la gran trascendencia que tiene hacer del aprendizaje una experiencia positiva. 
Estudios como los realizados por Erk en 2003 o la Fundación Botín en 2008 con más de 500.000 estudiantes, confirmaron que al trabajar emociones regularmente, se mejora el rendimiento académico; también la motivación, atención, memoria, razonamiento, relaciones y disciplina. Cae por su propio peso: Los programas de educación emocional son imprescindibles en la escuela. Mucho más de lo que pensábamos. Algunos colegios ya trabajan con ellos. Pero hasta que en nuestro país estén generalizados, queda aún un camino bastante largo. 
3. Los grandes beneficios de aprendizaje social
Aprender a cooperar. ¿Alguien duda hoy en día de la importancia que este aprendizaje para desenvolvernos en la vida? La escuela academicista ha vivido mucho tiempo de espaldas a esta realidad. Un grave error y más tras conocer el papel de las neuronas espejo y la enorme influencia que las interacciones sociales tienen en el aprendizaje.
Pero hoy sabemos que trabajar en grupo mejora la convivencia, la empatía y el altruismo. Y por si fuera poco, Willis y otros demostraron que al colaborar, mejora la memoria, la conexión entre sistema límbico y lóbulo frontal y reduce la ansiedad. Sin duda, la escuela debe enseñar a cooperar y a comunicarse. En nuestro país algunos colegios empiezan a apostar por métodos de aprendizaje colaborativo. Pero aún son pocos. Otros países nos llevan una clara delantera.
4. La enseñanza puede y debe convertirse en algo lúdico. El juego multiplica el rendimiento.
Hoy todos debiéramos saber que presentar los contenidos de forma lúdica no solo es algo placentero, sino que además potencia de manera asombrosa el aprendizaje.
Muchos estudios lo demuestran. Colom y Quiroga comprobaron que jugar 16 horas en un mes aumenta la materia gris y mejora las conexiones cerebrales entre hipocampo y corteza prefrontal. Así, se potencia la memoria, la comprensión y el razonamiento. Pero además hace que se libere dopamina. Esto genera bienestar, curiosidad y motivación y convierte el aprendizaje en algo placentero. ¿Hacen falta muchos más argumentos? Estos datos muestran que el juego debe mantenerse como herramienta didáctica de primer orden; sin importar la edad. Pero aún debemos replantearnos muchas cosas: Un juego de ordenador, mesa o estrategia puede beneficiar más al aprendizaje que los deberes; la ciencia lo ha confirmado.
5. El ejercicio físico mejora el aprendizaje
La práctica habitual de una disciplina artística, mejora la inteligencia global, la lectura y las matemáticas ¿Tienen sus hijos tiempo para hacer deporte o deben dedicar toda la tarde a estudiar? Si es así, tal vez debiera saber que se ha demostrado que la práctica regular de ejercicio físico aporta oxígeno al cerebro y optimiza su funcionamiento. Además genera noradrenalina y dopamina, neurotransmisores implicados en la atención, la memoria y en los mecanismos de recompensa del cerebro. Por eso, el ejercicio mejora el ánimo y reduce el estrés; mejora la capacidad de esfuerzo y la convivencia.
Está claro. La práctica deportiva debiera ser un pilar en el sistema educativo. Algunos países hace tiempo que no albergan ninguna duda al respecto. La ciencia tampoco. Pero en España aun son pocos los que logran hacer deporte regular a partir de Secundaria. ¿Estudios y entrenamiento entre semana?: incompatible. Una pena. 
6. La educación artística mejora la inteligencia y la actividad del cerebro
¿Es para usted la plástica o la música una asignatura menor? ¿Potencia en sus hijos la expresión artística? De ser así, debiera saber que las artes activan áreas cerebrales que no se activan normalmente con otras actividades. Además numerosos investigadores como Posner, Wandell demostraron que la práctica habitual de una disciplina artística, mejora la inteligencia global, la lectura, las matemáticas y competencias socioemocionales. 
Pero sobre todo se potencia la creatividad: capacidad determinante en el desarrollo intelectual, el éxito personal y el equilibrio emocional. Una escuela que educa en inteligencias múltiples y potencia la capacidad creativa, piensa realmente en el futuro de sus alumnos ¿Sigue pensando que la plástica, música, teatro o baile son asignaturas menores? 
Educar es una tarea difícil que nos corresponde a todos: a la escuela y también a la familia. Pero parece que durante mucho tiempo hemos perdido de vista que la mejor educación no es la que nos hace saber más, sino la que nos dota de competencias para aprender y de recursos para desenvolvernos en la vida. Puede que después de todo, haya que agradecer a la ciencia que redirija nuestra mirada hacia lo que de verdad importa a la hora de educar. No todos lo tienen tan claro como creen. Ojalá el conocimiento nos sirva de impulso para llevar a la educación en la dirección correcta. Nos hace falta.



martes, 2 de abril de 2013

PAULO FREIRE

Paulo Reglus Neves Freire (Recife, Pernambuco, 19 de septiembre de 1921 — São Paulo, 2 de mayo de 1997) fue un educador brasileño y un influyente teórico de la educación.


Hijo de una familia de clase media pobre de Recife, Brasil, nació el 19 de septiembre de 1921.

Freire conoció la pobreza y el hambre durante la Gran Depresión de 1929, una experiencia que formaría sus preocupaciones por los pobres y que le ayudaría a construir su perspectiva educativa. Freire se matriculó en la Universidad de Recife en 1943, en la Facultad de Derecho, donde estudió filosofía y psicología del lenguaje al mismo tiempo. Se incorporó en la burocracia legal pero nunca practicó la abogacía, sino que prefirió dar clases de portugués en secundaria. En 1944 se casó con Elza Maia Costa de Oliveira, que era profesora de primaria. Tuvieron cinco hijos y colaboraron por el resto de su vida.

En 1946 Freire fue nombrado Director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social en el Estado de Pernambuco, Estado del que su ciudad natal es capital. Trabajando principalmente entre los pobres que no sabían leer ni escribir, Freire empezó a adoptar un método no ortodoxo de lo que puede ser considerado una variación de la teología de la liberación. En esa época, leer y escribir era un requisito para votar en las elecciones presidenciales brasileñas
.
En 1961 fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife, y en 1962 tuvo la primera oportunidad de aplicar de manera significativa sus teorías, cuando se les enseñó a leer y escribir a 300 trabajadores de plantíos de caña de azúcar en tan solo 45 días. En respuesta a estos buenos resultados, el gobierno brasileño aprobó la creación de miles de círculos culturales en todo el país.
En 1964 un golpe de Estado militar puso fin al proyecto: Freire fue encarcelado como traidor durante 70 días. Tras un breve exilio en Bolivia, Freire trabajó en Chile durante cinco años para el Movimiento Demócrata Cristiano por la Reforma Agraria y la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas.

En 1967 Freire publicó su primer libro, La educación como práctica de la libertad. El libro fue bien recibido y se le ofreció el puesto de profesor visitante en la Universidad de Harvard en 1969. El año anterior había escrito su famoso libro Pedagogía del oprimido, que fue publicado en inglés y en español en 1970. Debido al conflicto político entre las sucesivas dictaduras militares autoritarias y el Freire socialista cristiano, el libro no fue publicado en Brasil hasta 1974, cuando el general Ernesto Geisel tomó control de Brasil e inició su proceso de liberación cultural.

Las Máximas de Paulo Freire

Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho.
Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado.
Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.
Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.
Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.
Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.
Enseñar exige saber escuchar.
Nadie es, si se prohíbe que otros sean.
La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.
Decir la palabra verdadera es transformar al mundo.
Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación.
El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas
Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.
Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre
La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados «ignorantes» son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una «cultura del silencio».
Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.
Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concienciación.
La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre.
La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.

Última Entrevista de Paulo Freire.